En mis tardes de incienso y café rancio, tardes que siempre me encuentran jugando con los girasoles en campos pintados por dedos sin orejas…. Hoy un girasol adopto tu imagen sin rostro y tu tinta me arrastro a estancias intermedias, espectrales, de contenido suficientes para mi completa existencia.
Mi mundo empírico se resquebraja y tiende a flirtear con el agnosticismo como simple excusa para poder aferrarme a sueños quiméricos.
Emulo a Sócrates y trato de garabatear filosofías inconclusas, beber el vino y degustar la uva sobre el manto verde, y como el sumergirme en caricias astrales.
Transcurre la tarde y el campo seca sus girasoles, inmerso en matices desequilibrados.
Todos salvo ese que intermitentemente florece y muere.
(Si sus manos hubieran tenido oídos te habría posado en óleos, perpetua y radiante).
Toc-Toc- (Platón toca a las puertas de Sócrates para dormir en su barbipungente faz)
Hay si sus manos no carecieran de oídos todo seria radical, y el óleo no seria pastel.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
.jpg)
+VO+Dual_avi_snapshot_00_02_16_%5B2010_03_16_21_16_51%5D.jpg)
Deben ser tarde muy bonitas...; supongo que el ambiente es el adecuado y puedes jugar tan libre como yo lo hago. No, bobo Bacio, yo creo que sí escuchan esas manos, me lo han confesado, pero no puedo decirle quién.
ResponderEliminarmmm… a mí esa tinta está por enloquecerme, ahora sí de a de verás. La culpa es de un colibrí que está llamándome, quizá por eso le escribo en las madrugadas para que nadie me descubra. Usted de día, y yo de noche… ¡miré lo que son las cosas!
¡Y qué bonito! “caricias astrales”. Le robaré el título; espero no le moleste, pero es justo lo que necesito para completar mi nuevo texto.
Despierte, bobo Bacio. Ella lo ha escuchado. Vuelvo a visitarlo después, ¿sale?
De más está, que tenga q pedirme permiso por unas letras sueltas que son de todo dios, están para usarlas y darles formam gustoso estaría. El colibrí es lo que tiene agita sus diminutas alas en horas inesperadas, hagale caso a sus llamadas si son es pq tienen q ser.
ResponderEliminarUsted cree?
Sale.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUps. lamenté suprimir mi comentario, pero este es el mismo.
ResponderEliminarVerá, aquel colibrí del que le platico es único, un hallazgo en mi vida. Puedo decirle que me encanta su vuelo, que no hago más que pensarle, que su libertad me devuelve la alegría.
Mil gracias por prestarme sus palabras: son mi adicción las caricias. Asimismo, veo que el empirismo es lo suyo, mi bobo Platón.
Toc-toc- Amo este lugar...
Me encanta este texto lleno de pensamientos, imagenes y libertad...Parece escrito como a vuela pluma, como un torrente de ideas que se desbordan...
ResponderEliminarBesos
Agradezco que esté acompañandome, que siga haciendolo, su aportacion es de un valor muy grande, me da inspiracion y me da seguridad para seguir con lo mio. Me imagino como un tio barbudo(que lo soy jaaa) con un salabre, cogiendo al vuelo, todo aquello de vuelo raso, y tal cual caen las plasmo , ellas luego cobraran su forma.
ResponderEliminarGracias por estar, estimada y querida amiga.
Querido Yo., reciba mi admiración y mi sentida pleitesía, me postro ante vuestros socráticos pies, dispuesto a lavarlos en tinaja de plata...
ResponderEliminar¡te sigo, querido amigo!, puedes pasar a visitarme cuánto quieras, las puertas y ventanas están abiertas para los sensibles e inteligentes...