de un universo sin sentido,
los mortales aullidos del silencio
se adentran en mi pecho confundido.
Aferrado a un sueño quimérico,
que espero comprender en otra vida
y transcurra por los ojos del que mira,
velando mi existencia incomprendida. Busco rostros de siempre,
encuentro miradas de nunca y así existo confundido,
en una noche sin espejos.
(*)Lo mismo.
me gustó eso de los mortales aullidos del silencio...bella metáfora!!!
ResponderEliminarBss
Gracias nuevamente, veo q es usted incondicional, espero sea de su agrado el sitio, es pequeño, pero ameno y ya iremos encontrando el ritmo, a ver si me paso por tu mundo y encuentro algo nuevo, bacio bella.
ResponderEliminarYo también he buscado mi rostro; lo he hallado a la deriva de una noche como la que mencionas: de una noche sin espejos... Por ello, me parece que ahora tu sueño transcurre en mis ojos.
ResponderEliminarMe quedaré a leerte.
Lady, gracias. Espero complacerla con los venideros textos, y que comparta tb mis divagues.
ResponderEliminarGracias.
¡Por supuesto!
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