Aires cotidianos,
aromas retrayentes,
lugares de siempre,
recuerda mi mente.
Mostradores añejos,
fotos enmohecidas
por el paso del tiempo,
que se trunca en estadía.
La mano tendida,
luz tenue poco encendida,
farolillo solitario,
que alumbra sus vidas.
Vasos carcomidos,
negruras impregnadas,
por gargantas profundas,
de vidas pasadas.
Rostros en sepia,
existencias consumidas,
por perpetuas estadías,
de codos en paño y barra.
Aires viciados,
aromas rancios,
lugares de siempre
recuerda mi mente.
(*) =
martes, 25 de mayo de 2010
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Esto no es una apología encubierta al can barça, mes q un club!!! jojojo
ResponderEliminarHola Tú!
ResponderEliminar(Porque si eres "Yo" supongo que serás "Tú")
Gracias por tus líneas...
En relación a ellas...no tendría ningún problema al respecto...
La dirección está en mi blog.
Un saludo